Universidades se han convertido en fábrica de sueños @jesusmedinao

Aguascalientes, Septiembre 18 (2014).- La educación superior ha dejado de ser atractiva para muchos jóvenes ya que, en la actualidad, no garantiza conseguir mejor empleo ni porvenir cierto. Lo anterior ante la dificultad de los egresados de las universidades por conseguir oportunidades en el campo laboral, señaló Jesús Medina Olivares miembro de la Directiva del Partido del Trabajo en Aguascalientes.

La dura realidad que enfrentan los profesionistas es el desempleo o, en el mejor de los casos, empleos mal pagados y sin prestaciones, al amparo de un andamiaje legal e institucional que ha dotado la reforma laboral, explicó el líder petista.

Quien detalló que la lógica del mercado laboral se mueve en un contrasentido. A mayor nivel educativo mayor es el grado de vulnerabilidad al desempleo. Beneficia más a quienes tienen pocos estudios, así lo confirman los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)

Ante este panorama difícil, irremediablemente se agudiza el fenómeno de fuga de cerebros y crece año con año la cantidad de jóvenes entre 15 y 4 años que se van a otros países en busca de trabajo, dijo.

Y advirtió que este es un tema latente, de la mayor trascendencia que debe abordarse con la mayor seriedad bajo una perspectiva integral.

“No es negando realidades ni desconociendo su existencia como se van a resolver los problemas. Idealizar virtudes y minimizar defectos es simulación”, refirió Olivares.

Mientras que afirmo que es un hecho evidente que no existe una vinculación efectiva entre las universidades con los sectores social, público y productivo. Esta es una verdad del tamaño de una catedral, que no se puede negar, indico.

“Si bien es cierto que se reconocen algunas medidas que han implementado las instituciones de educación superior para enfrentar esta situación, también lo es que han sido insuficientes y parciales, y en la mayoría no han producido los resultados esperados”, lamentó Medina.

Por otra parte, menciono que estas instituciones no pueden reducir su función ni deben estar supeditadas al interés estrictamente empresarial de convertirse en centros de adiestramiento para el trabajo que éste necesite.

La universidad, considero, debe equilibrar la función de formación para la vida ciudadana así como para la vida laboral y profesional. No deben ser mutuamente excluyentes.

Y sugirió que es este sentido es necesario que el Estado adopte un papel estratégico en la planeación de la educación superior y desarrolle políticas económicas que permitan conciliar educación y empleo.

De la misma manera fungir como coordinador y árbitro para transformar las actividades productivas mediante la ciencia, tecnología e innovación. Y finalmente como concertador de procesos entre la comunidad académica, sector productivo y la sociedad en su conjunto para generar una visión compartida sobre el futuro de Aguascalientes, resaltó el político.

No hay alternativa, pues contemplo Medina Olivares que en el contexto actual, las instituciones de educación superior en el Estado, se enfrentan a grandes retos: Formar profesionales dentro de un ámbito extremadamente complejo, da soluciones a problemas del entorno social a través de la generación de conocimientos, innovaciones y trasferencias tecnológicas, es un reto permanente.

Y reseñó que en la actualidad, ante una economía de alta competencia resulta fundamental que nuestro sistema productivo modifique sus procesos para mejorar la eficiencia, estándares de calidad y productividad para incorporarse al mundo de la libe competencia.

Lo que advirtió que solo será posible buscando alternativas tecnológicas e innovaciones en los sistemas administrativos de sus negocios. Bienes intelectuales que solo pueden ser proporcionados por profesionales y técnicos altamente capacitados.

Lo anterior obliga a las instituciones de educación superior a formar egresados con el más alto nivel de conocimientos, pues solo así se alcanzara el nivel de competitividad requerida en el estado, agrego.

En este contexto, el sector empresarial tiene también sus propias responsabilidades con el crecimiento económico del estado y el contexto social, afirmó.

“Debe existir conciencia de que el Estado necesita avanzar hacia una sociedad del conocimiento que se fundamente en la formación, valoración y aprovechamiento del talento de su capital humano y para lograrlo es necesario colaborar de una manera más directa con las universidades y el gobierno, para que en conjunto se generen condiciones laborales más justas para sus trabajadores”, concluyó Jesús Medina Olivares.